Cierto día, cuando los mineros regresaban de
su trabajo en una camioneta a Mala, se les cruzo un duende que caminaba
arrastrando el pie izquierdo, que era de color negro. El chofer de la camioneta
acelero y casi choca con otro carro que venía del lado contrario.
Al día siguiente, cuando volvieron al trabajo,
a una de las personas que había viajado en la camioneta le cayó una roca por
estar pensando en el hombrecillo que se le cruzo. Este señor que era de la
sierra, antes de fallecer le puso al du ende el nombre de “yanachanqui”, por
tener el pie izquierdo de color negro, ya que en quechua “chaqui”,
significa pie y “yana” de color negro.
Desde entonces los mineros temen transportarse
a la medianoche. Una de las tantas creencias es que cuando se le cruza un
duende, fallece un trabajador.
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